¿Arquitecto o Maestro de Obras?
- REA + m3 Taller de Arquitectura / Luís Malavé
- 30 nov 2017
- 3 Min. de lectura
¿Arquitecto o maestro de obras? Aquí te decimos cuándo contratar a cada uno de ellos

Por cuestión de presupuesto, o quizás por ignorar un poco sobre el tema, muchas personas deciden contratar a un solo profesional para realizar múltiples tareas, tal es el caso de los arquitectos y maestros de obras. Ambos profesionales trabajan en la construcción, pero cada uno cumple un rol distinto y si ese orden se infringe puede desencadenar varios problemas.
El papel de un arquitecto es importante en cualquier edificación, por sencilla o pequeña que parezca. Un profesional de este tipo, a diferencia de un maestro, está totalmente preparado para diseñar tu proyecto desde cero o para actuar sobre uno ya hecho en el que se requiera de ampliaciones, reformas interiores o decoración interior y exterior.
Un maestro de obras con mucho gusto te ayudará a construir, pero antes de dar ese paso debes planificar a lujo de detalle todo lo que se va a llevar a cabo en el proyecto, pues sólo de esta forma sabrás qué presupuesto vas a manejar, el tiempo que implica y tendrás una idea bien formada del resultado final.
Otra gran diferencia entre los servicios que ofrecen un arquitecto y un maestro es que un arquitecto asumirá todo el trabajo de gestión y supervisión de tu proyecto, así que no tendrás que preocuparte demasiado por la ejecución de la obra, bastará que consultes con él. Un maestro puede inspeccionar una construcción, pero su alcance en la gestión es bastante reducido.
En comparación con un maestro, un arquitecto tiene también mucho más alcance en cuanto a asesorías sobre obtención de permisos y licencias, contratación de otros profesionales y comparación de presupuestos. Es totalmente seguro que consultando con un arquitecto no tendrás problema en ninguno de estos aspectos.
Por otra parte, al contratar los servicios de un arquitecto profesional tendrás mucho menos trabajo por realizar, pues él se encargará de hacer los planos, dibujos y maquetas que amerites mientras tú eliges el diseño que deseas y por supuesto, si algo no resulta como lo esperas, se encargará de revisarlo y resolverlo antes de llevarlo a ladrillo y cemento.
Así mismo, si tu objetivo no es construir sino que se presentó un problema en tu proyecto, un profesional de la arquitectura podrá hacer una valoración exacta de tu problema y te dará varias opciones, para que elijas la que te convenga, pero la solución la proveerá él, así que tú sólo debes esperar el resultado.

Por último, un maestro puede calcular sin problemas los ángulos y direcciones para determinar alineamientos horizontales y verticales en la construcción, pero un arquitecto sabe cómo realizar cálculos en obras muy complejas, él hablará contigo y tomará los datos que necesite para entregarte una propuesta.
Como ves, ambos profesionales pueden trabajar en un proyecto, pero los dos no te pueden asegurar los mismos resultados. Si tu presupuesto es reducido quizás consideres que lo mejor es evitar los honorarios de un arquitecto y contratar a un maestro de obras para ejecutar la construcción, pero esto a la larga, puede traer muchos más gasto de los que estarías dispuesto a pagar.
La próxima vez que pienses en llevar a cabo un proyecto, no dudes en contratar a un arquitecto, el costo de su trabajo está totalmente justificado pues te entregará un trabajo completo y de calidad, con planos, trámites y un calendario de obra que se cumplirá rigurosamente.
Puedes tener la edificación que deseas, con la calidad que se merece y la garantía de que se mantendrá en el tiempo, si dejas tu proyecto en las manos de un buen arquitecto, así que no lo pienses más.
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